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Existe un enemigo que causa mucho daño en tu vida, y que quizás te acompaña desde hace tanto tiempo que ya te has acostumbrado a su compañía. Él descansa silente junto a ti, siendo casi imperceptible, pero cuando menos lo esperas, salta casi como una conciencia y comienza a llenarte la mente de mensajes tan negativos que es casi imposible ignorarlos, logrando posponer o incluso impedir el cumplimiento de tus proyectos.

Ese enemigo se ha vuelto tan cercano a ti, que le brindas cada vez más y más espacios en tu vida, al punto que ha invadido tu dormitorio y duerme noche a noche contigo.

Con el tiempo, él va perdiendo el respeto al silencio y se considera con el derecho a darte cualquier tipo de juicio, disfrazado de consejo, que normalmente te limita y hace daño. Regularmente comienza dándote opiniones sobre tus estudios o cualquier disciplinas que practiques, sobre tus proyectos futuros, la manera de trabajar o incluso sobre lo que quieres llegar a ser en tu futuro. Al punto que termina tomando decisiones tan trascendentales en tu vida, como escoger que carrera estudiar, o peor aún, si estudiar o no, en que idea emprender, con quien compartir y con quienes no.

Sigue saboteando las actividades que realizas, e irónicamente con el paso del tiempo, depositas en él, cada vez más confianza, dándole la potestad de decidir en todo lo que haces, casi siempre invitándote a renunciar o no seguir insistiendo en la realización de tus sueños más anhelados.

Posteriormente sigue por adueñarse de tus relaciones, sembrando cizaña entre tus amistades, vecinos y hasta familiares. Hasta que poco a poco le vas dando el permiso de escoger con quien relacionarte y con quien no.

Por último se involucra en tus relaciones amorosas, sembrando cualquier tipo de dudas y mensajes dañinos, adueñándose de tu conciencia y restandole poder de convencimiento a tu pareja. Hasta que llega un momento en el que sin darte cuenta terminan siendo tres en tu habitación, y si no descubres sus malas intenciones, hasta logra desplazar a tu pareja y se queda integro y sólo contigo.

Tiene una habilidad impresionante para causar celos y desconfianza, casi por cualquier persona, sin importar nada. Al Igual crece paulatinamente su habilidad de completar cualquier información desconocida, normalmente con mensajes negativos, de fracasos o de experiencias desfavorables que han vivido terceras personas.

Lo más irónico de esto, es que mientras más daño te causa este insistente enemigo, se va ganando cada vez más tu respeto y en la misma proporción, le terminas brindando mayor poder en tu vida, permitiendole decidir cuales son los siguientes pasos que debes dar, o incluso, si conviene quedarte en el mismo lugar en el que has estado por tanto tiempo sin hacer nada diferente por temor al fracaso.

Ese enemigo muchas veces se hace llamar sexto sentido, o intuición, pero su verdadero nombre es INSEGURIDAD.

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